Diferencia entre revisiones de «IDIOMA BALEAR»
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Revisión del 09:07 18 mar 2021
Sumario
- 1 BALEAR Y CATALÁN NO SON UN MISMO IDIOMA
- 1.1 Un estudio filológico comparativo entre el balear, español y catalán.
- 1.1.1 Bases culturales del nacional-catalanismo en Baleares.
- 1.1.2 Opiniones de personalidades de la Cultura
- 1.1.3 Relación de gramáticas de la lengua mallorquina, diccionarios y publicaciones.
- 1.1.4 La primera gramática catalana aceptada por el Institut d'Estudis Catalans.
- 1.1.5 Conflictos lingüísticos en Cataluña antes de Pompeu Fabra. Siglo veinte.
- 1.1.6 Falsas bases históricas sobre la supuesta repoblación de Baleares por catalanes.
- 1.1.7 Mojones lingüísticos anteriores a Jaime I.
- 1.1.8 Las lenguas castellana, balear y catalana. Un estudio filológico comparativo.
- 1.1.9 Relacion de dicciones con mismo significado, entre el español, el catalán y el balear
- 1.1.10 ESTRUCTURA LINGÜÍSTICA
- 1.1.11 El fonológico, el morfosintáctico y el semántico.
- 1.1.12 Sistema Fonológico
- 1.1.13 Subsistema silábico balear de consonantes dobles o geminadas.
- 1.1.14 SISTEMA MORFOSINTÁCTICO
- 1.1.14.1 MORFEMAS INDEPENDIENTES.
- 1.1.14.2 Artículos masculinos singulares.
- 1.1.14.3 Artículos femeninos singulares.
- 1.1.14.4 Artículos masculinos plurales.
- 1.1.14.5 Utilización de los artículos en balear.
- 1.1.14.6 MORFEMAS DEPENDIENTES.
- 1.1.14.7 Formación del plural en balear (algunos ejemplos).
- 1.1.14.8 Formación del plural en catalán (algunos ejemplos)
- 1.1.14.9 LAS CONJUGACIONES VERBALES
- 1.1.14.10 Desinencias verbales
- 1.1.14.11 Pronombres personales tónicos en balear.
- 1.1.14.12 Pronombres personales tónicos en catalán.
- 1.1.14.13 Pronombres personales átonos en balear.
- 1.1.14.14 Pronombres personales átonos en catalán.
- 1.1.14.15 CONTRACCIONES
- 1.1.14.16 Formación de sustantivos y expresiones compuestas.
- 1.2 La familia de lenguas ibérico-italiano-románicas.
- 1.3 La familia lingüística ibérico-galo-romana.
- 1.1 Un estudio filológico comparativo entre el balear, español y catalán.
BALEAR Y CATALÁN NO SON UN MISMO IDIOMA
Un estudio filológico comparativo entre el balear, español y catalán.
Bases culturales del nacional-catalanismo en Baleares.
Desde los inicios del movimiento nacional-catalán a finales del siglo XIX hasta nuestros días, más veces de las necesarias se ha dicho y escrito que la lengua mallorquina o balear es un dialecto de la lengua catalana; sin tener en cuenta que las lenguas nacen y se desarrollan en el contexto histórico de la tierra donde se utilizan y, dado que Baleares es un archipiélago intacto hasta el siglo XlX por las influencias lingüísticas extranjeras, ese desarrollo particular se mantuvo aún más puro que en otros lugares. Es por ello que quienes afirman lo contrario no son fieles a los antecedentes lingüísticos e históricos de las Illes Balears. Un trasfondo ignorado por los propios sabios baleares, porque precisamente quienes introdujeron la teoría de la lengua balear como dialecto fue un grupo de intelectuales isleños influidos por el movimiento político-cultural denominado “La Renaixensa” a finales del siglo XIX. , movimiento que difundió el pensamiento de Enric Prat de la Riba, quien dijo:
«... hagamos lo que hicieron los ingleses con su Gran Bretaña, el capullo de rosa del Imperio en su apogeo, flor de ese Imperio en vísperas de su nacimiento; hablemos de la Gran Cataluña, que no es sólo el condado (de Barcelona), o Mallorca, o Valencia, sino Mallorca, y Valencia, y el condado, y el Rosellón todos juntos. Todos somos uno, todos somos catalanes ”. “... y para poner en práctica esa filosofía, debemos dominar por la fuerza de la cultura, con la ayuda de la fuerza material que ayude a soportar la dominación; se trata del imperialismo moderno, del imperialismo integral de las grandes razas fuertes de hoy».
Y, por tanto, el arma más importante para unir todos estos territorios será la imposición de la lengua catalana, (porque, supuestamente, sus habitantes son todos de ascendencia catalana), sancionada por los intelectuales y respaldada por el poder financiero. Los referidos intelectuales baleares reconocieron las elucubraciones del Prat de la Riba porque, para ellos, no eran sino una extensión de lo que había contado el cronista romántico Ramón Muntaner en el siglo XIV, al afirmar que los Reinos de Mallorca, Valencia y Murcia , se había repoblado con catalanes que exportaban la “campana Cathalanesch” a esos reinos. Y claro, lo asumieron todo como si fuera un dogma, (nunca mejor dicho, ya que gran parte de esos intelectuales pertenecían al clero), sin detenerse ni un momento a pensar o dudar; y sin darse la menor oportunidad de investigar y buscar pruebas racionales de tales promesas; ya pesar de que los baleares nunca han aceptado, ni aceptarán jamás, la noción de ser de origen catalán. Tampoco dejarán que su lengua se llame “la lengua catalana que se habla en Mallorca”, Menorca, Ibiza o Formentera. Y puesto que, hasta finales de la primera mitad del siglo XX, el noventa por ciento de la población, no sólo la de las Illes Balears sino de toda la nación española, era analfabeta, habría sido bastante difícil para esa gente llana refutarlo. tales satentos, su única solución era quedarse callados y pasar por el molino, para evitar ser tachados de ignorantes o “gonellistas” (los que defendían sin fundamento el “mallorquinismo”). A todo ello hay que añadir que, hasta finales del siglo XX y, lamentablemente, hasta nuestros días, la educación social en las familias baleares ha sido principalmente de carácter feudal; lo que significa que si algo es declarado por alguien con un puesto de autoridad, tal declaración es un dogma para ser creído y obedecido a menos que quiera correr el riesgo de ser llamado extremista, fascista o ignorante, agregando a ello el desaire de sus conciudadanos, incluso de tu propia familia. Bajo tal comportamiento, esos intelectuales tenían la masa lista para ser horneada en el horno del catalanismo con las probabilidades de su lado. De hecho, les resultó perfecto; fue, por supuesto, con el inestimable apoyo de los políticos que aprobaron el Estatuto de Autonomía en 1983, afirmando en su tercer apartado que la lengua de las Islas Baleares era la lengua catalana. Lo hicieron sin ninguna base histórica o filológica, (El Día del Mundo de Baleares, 19 de mayo de 2002); porque fue el político D. Francisco Conrado de Villalonga, del obsoleto partido político UCD, empleado del banco “La Caixa” de Cataluña, y desde 1990 Representante General y Subdirector General de La Caixa en las Illes Balears, quien realizó la decisión personal, (fotocopia de su “confesión” adjunta) como Consejero Cultural, de que la lengua de las Illes Balears debería llamarse catalán. Además, una vez aprobado el Estatuto de Autonomía en 1983, con el único visto bueno de la clase política balear, unos meses más tarde, en 1984, el señor Conrado se retira del campo político, ya que aparentemente pensaba que ya había cumplido su cometido. trabajo. Y esos políticos no sometieron su decisión a la opinión de la gente de las Islas, aunque en otras autonomías se le preguntó a la gente su opinión. Tampoco lo han hecho en los veinte años que han transcurrido desde entonces.
Opiniones de personalidades de la Cultura
El insigne ya fallecido autor teatral y comediante mallorquín D. Xesch Forteza, en una entrevista publicada en el diario Última Hora en fecha del 7 de Julio de 1999, dijo:
“...Soy ácrata, ni curas, ni militares, ni banderas, ni religiones. Ya me pueden seguir ofreciendo dinero que no me afiliaré a ningún partido. Me vanaglorio de estar a bien con todo el mundo, incluso con el Obispo. Pero el teatro nada tiene que ver con un ensayo literario. El teatro es pueblo y los personajes, en escena, han de hablar como el pueblo. ¿se da cuenta de cómo han destrozado nuestra lengua?. Los profesionales de la radio por una parte, y los de la televisión por otra, para evitar modismos castellanos, se hacen con un lenguaje que dará al traste con el mallorquín.” (...) “¿ha leído las “rondàyas mallorquinas” normalizadas?. Pues tiene la obligación de leerlas y luego ya me dirá.”
Veamos ahora la opinión de don Miguel de Unamuno al respecto, en referencia a una estancia suya por el 1914 en Mallorca y plasmada en su obra “Andanzas y vivencias españolas”. (Miguel de Unamuno.1916) : “...ya ve el lector que leo algo más que la mediadocena de libros que me traje, pero lo demás que leo, es en mallorquín. Curiosidad de filólogo. Adondequiera que voy me gusta leer en lengua de aquel país, en Portugal por ejemplo, apenas leo sino portugés, y ahora aquí, leo mallorquín. Pero cuidado que lo sea, y no catalán. (...) Sin embargo, los literatos mallorquines propenden a escribir, no en la lengua viva de su tierra, sinó en catalán. Los literatos y los intelectuales, aquí, generalmente son catalanistas más que mallorquinistas.
El gran poeta Juan Alcover, después de haber estado mucho tiempo haciendo versos en castellano, no acudió a la lengua de su cuna, de su hogar, de su ciudad nativa, sinó al catalán, a una lengua que no tiene menos convenciones que el castellano oficial. Y es ello natural: escritores mallorquines que no hallaron escribiendo en castellano todo el público que buscaban, y algunos de ellos, como Juan Alcover, no todo el que merecían ni mucho menos, al corroborarse y extenderse el renacimiento literario catalanista, se pusieron a escribir en catalán. Pero yo, me he puesto a leer mallorquín, empezando por las tan típicas “Aygoforts” (aguafuertes) publicadas en 1892, de don Gabriel Maura, muerto ya, (y hermano mayor que fue de don Antonio, el tan conocido político), y con un prólogo ¡en castellano! del catalanista Juan Alcover. Como esfuerzo, y a modo de gallardía, un presbítero mallorquín, don Ildefonso Rullán, licenciado en Filosofía y Letras, publicó en los años 1905 y 1906, en una imprenta de Felanitx, la primera traducción del Quijote a lengua mallorquina. Mas esto de la lengua y de la literatura malloquinas, de tan noble ascendencia y gloriosa tradición, he de deciros otra vez, que es desde los tiempos del beato Lulio (Ramón Llull).”
O a don Torcuato Luca de Tena (diario el Día de Baleares 22 Nov. 1985) : “Es falso que el idioma balear y el valenciano procedan del catalán. (...) Las manifestaciones culturales baleáricas y valencianas son muy anteriores a las del catalán.”
El Obispo D. Juan Santander, en el Sínodo de 1636, manda que la doctrina sea enseñada en Baleares, con un catecismo que utilice el “Balearico eloquio”, para que lo entiendan los que no saben latín. En este mismo sínodo no se nombra para nada la lengua catalana.
D. Lorenzo Villalonga, autor de la novela “Bearn o la casa de muñecas”, 1932 –Historia del Reino de Mallorca, tomo IX, Mascaró Pasarius- dijo: “... ese pueblo mallorquín que mira con recelo las lenguas más extrañas, siente instintivo disgusto hacia el habla y literatura catalanas. Nosotros no intentaremos proscribir de las aulas un idioma como el español, pero nosotros queremos el mallorquín, y estamos convencidos, firmemente convencidos, de que nuestra intimidad no peligra frente al castellano ni el inglés, pero sí frente al catalán.”
Relación de gramáticas de la lengua mallorquina, diccionarios y publicaciones.
A lo dicho por don Miguel y don Torcuato, podemos añadirle que en 1651 se publicó lo que suponemos la primera gramática de la lengua mallorquina por D. Juan Fiol; en 1694 D. Miguel Reus publicó otra; en 1812 D. Antonio María Cervera otra; en 1835 fue editada otra, difundida y estudiada en los colegios de la isla, y en base a la cual, escribieron autores como D. Gabriel Maura. Dicha gramática fue revisada y reeditada en 1872 por el mismo autor, D. Juan José Amengual. Y en 2006 la “Acadèmi de sa Llengo Baléà” publica la “Gramàtica normativa d’es baléà”.
En cuanto a diccionarios, tenemos el de D. Antonio Figuera (fraile exclaustrado), que publicó en 1840 por encargo de una familia rica de Muro, un diccionario ”Mallorquí – Castellà”. En 1858 D. Juan José Amengual, autor de las dos últimas gramáticas, publicó el primer tomo de su diccionario Mallorquín – Castellano – Latín, y el segundo en 1872. En 1889 fue publicada una obra de D. Damián Boatella y D. Matías Bosch, premiada en la Exposición Universal de Barcelona y declarada apta para la enseñanza, titulada: “Enseñanza práctica del Castellano en base a la lengua mallorquina”; la cual incluye un amplísimo vocabulario temático mallorquín – castellano.
La primera gramática catalana aceptada por el Institut d'Estudis Catalans.
Sin embargo, no fue hasta 1913 que se publicaron las “Reglas ortográficas” de la lengua catalana, escritas por Don Pompeu Fabra. Posteriormente, en 1917, el mismo autor publicó el "Diccionario ortográfico". Y no fue hasta 1918 cuando se publicó la primera “Gramática catalana”, posteriormente aceptada por el Instituto de Estudios Catalanes. No fue hasta 267 años después de la publicación de la primera gramática mallorquina que conocemos. Y en 1932, catorce años después, publicaron el “Dicccionari General de la Llengua Catalana”, (Diccionario general de la lengua catalana). Significativo, ¿no? ¿Por qué? Y muy simple: las gramáticas son cero hitos, la fecha de nacimiento de un idioma. Por lo tanto, solo podemos hablar de la lengua francesa en el siglo XV, cuando se publicó su gramática. Tampoco podemos mencionar el idioma español antes de este mismo siglo; o la lengua alemana hasta el siglo XXI, cuando los hermanos Grimm publicaron su Gramática de la lengua alemana; o el idioma italiano hasta 1860. Antes de estas fechas, todos estos idiomas se escribían según el libre albedrío y el conocimiento de cada escritor; sabemos bien que cada escritor tenía sus propias reglas; reglas que solo el escritor consideraba como tales y que en la mayoría de los casos eran solo matices de ortografía.
Conflictos lingüísticos en Cataluña antes de Pompeu Fabra. Siglo veinte.
Sin embargo, en Cataluña las cosas se complicaron más, pues a mediados del siglo XIX algunos escritores aseguraban que escribían en provenzal mientras que otros decían que escribían en lemosín, de lo que tenemos evidencia palpable en las palabras del ilustrado Don Carles Aribau. quien, en su poema “Oda a la Patria” (publicado en el diario barcelonés “El Vapor” el 24 de agosto de 1833) dice que habla, escribe y reza en Lemosin. Además, el doctor en lenguas románicas de la Grammaire des Langues Romance, París, 1890, p.13 dice:
"... catalán, que es solo un dialecto de la Provenza ..."
Y M. Martí de Riquer i Morera, doctor en Filología Románica, en su libro: "Historia de la Literatura Catalana", BCN - 1964, p.21, dice (sic):
"La literatura trovadoresca, en el seu prop sentid, és l'escrita en provenzal ... / ... els primers poetas catalanes (siglas XII i XIII) de personalitat i nom conegut que escriviren en una llengua romànica, ho feren en provenzal ... "
“La literatura trovadoresca, a su manera, está escrita en lengua provenzal. los primeros poetas catalanes (siglos XII y XIII) y determinada personalidad conocida, nombre escrito en lengua románica, lo hicieron en la Provenza”.
¿Alguien creerá que Aribau y el resto de intelectuales catalanes, (conociendo tan bien como sabemos su gran afecto por todo lo que pueda validar su identidad), que si en ese momento hubiera existido una lengua catalana con su gramática y diccionario, ¿No se jactan de tener su propia lengua, pretendiendo y reafirmando que hablaban, escribían, amaban y rezaban en catalán? ... !! La evidencia es lo suficientemente clara; y buscar excusas pseudohistóricas que pudieran explicar la existencia de la lengua catalana sería nada menos que una distorsión de la realidad lingüística de esta lengua. Cómo distorsionaríamos la realidad lingüística de la lengua española si afirmáramos que los “Versos Silenses y Emilianenses”, o las Obras de Alfonso Xème de Castilla, se han escrito en castellano. Entonces uno se puede preguntar ¿en que idioma fueron escrito pues? Fueron escritos en romance, en romance español. Como dijimos anteriormente, debido a la ausencia de reglas generales de ortografía en ese momento, cada autor escribía según criterios derivados de su formación intelectual. Y, en cuanto a las “Glosas Emilianenses y Silenses”, hay que añadir que, aunque escritas en romance castellano, contienen versos en romance navarro-aragonés y en euskera. (Lengua Española. 1º de B.U.P. Ed. ECIR, S.A. 1993)
Falsas bases históricas sobre la supuesta repoblación de Baleares por catalanes.
Como que históricamente está constatado que no hubo ninguna repoblación catalana de Baleares, no habiendo habido repoblación no hay lengua catalana que valga. Pues ni consta en la Crónica del rey Jaime I “Llibre dels feyts”, que éste hubiese repoblado Baleares con catalanes, ni siquiera hay vestigios arqueológicos, arquitectónicos y culturales de tal supuesto hecho, ¡y debería de haberlos en grande medida!. Además que, sólo para repoblar la ciudad de Palma, no hubiese bastado toda la población de Barcelona, supuestamente la ciudad más importante del reino de Aragón, porque Palma en esa época era tres veces más grande que Barcelona. Y ésta no empezaría a ser como Palma hasta el siglo XVIII. Pero lo que nos dá la razón más segura de que no hubo ninguna reploblación de Baleares, es que la Santa Madre Iglesia ordenó a los habitantes de Baleares, que tuviesen puestas las llaves en la cerradura de la puerta las veinticuatro horas del día, (cosa que el propio Miguel de Unamuno comenta en su obra “Por tierras de Portugal y España” anteriormente mencionada, maravillándose), para que cualquier cristiano viejo pudiese entrar en los domicilios que se le antojaran a cualquier hora del día o de la noche, para comprobar si en él se seguía practicando a escondidas las costumbres judías. Orden que no hubiese sido necesaria, si hubiese habido una repoblación de catalanes, es decir, de cristianos viejos. Esa obligación, con el tiempo se convirtió en costumbre, y ésta se siguió practicando en toda Baleares hasta mediados del siglo XX, en que, acompañando al turismo aterrizaron en Baleares los amigos de lo ajeno, encontrándose con un filón de oro para sus fechorías al no tener ni siquiera que forzar las cerraduras para entrar en las viviendas. Pero a parte de la parte documental, ¡¿qué vestigios catalanes hay en Baleares?!. Porque... no nos olvidemos que estamos hablando del asentamiento de muchos miles de personas, pues se debía de repoblar no sólo la ciudad más grande con mucho, de toda la Corona de Aragón, sino que además todo el reino de Mallorca. Bueno pues, no hay ningún vestigo arquitectónico y sin embargo debería de haberlo. No existe ningún vestigo del románico catalán, precisamente en la época de su máximo esplendor (s. XI, XII, XIII y XIV), ni vestigio de ninguna masía en la zona agraria, pues todas las edificaciones son del estilo propio en cada una de las islas, y así tenemos que las de Mallorca son del estilo romano-andalusí de triple hueco, a la que podemos darle sin equivocarnos, un arraigo o antigüedad de más de 2.000 años(1). La misma antigüedad podemos darle a las de Menorca e Ibiza, esta última con edificaciones similares a las de Oriente Medio, claramente distintas de las de Mallorca y Menorca. Así tenemos que la mallorquina es de planta rectangular con una caída de aguas a la parte de la fachada principal, o bien a la parte trasera las más antiguas. Ya más modernamente las han construído con doble crugía, anterior y posterior. En cambio la casa catalana, es de planta cuadrada con dos caídas de agua a los laterales de la fachada principal. Lo que nos lleva, a que también la distribución de los volúmenes del interior sea asimismo diferente a la mallorquina. Con ello tenemos que un punto muy importante como es la idea de la casa en las personas (en este caso en los supuestos repobladores catalanes), como espacio vital de vivencia y convivencia familiar, que en la Edad Media y hasta bien entrado el siglo XX, era todo un mundo de tradiciones con unas pautas y unos ciclos a seguir obligatoriamente, resulta que esa idea, esa casa, ese mundo catalán, no aparece por ningún lado. Cuando lo normal y lógico (demostrado en cualquier lugar del mundo donde sí se ha sufrido alguna repoblación por algún contingente humano) es que el campo mallorquín estuviese plagado de edificaciones de estilo catalán. Y he aquí que simplemente con ello, podemos afirmar rotundamente, que no hubo ninguna repoblación de catalanes del reino de Mallorca después de 1229. Si a este hecho le añadimos que está documentado que la gran mayoría de los expedicionarios una vez finalizada la rapiña regresaron a sus lugares de procedencia con el botín, hasta el punto que el propio Jaime I comenta en su crónica que se quedó con tan pocos hombres que no le bastaban ni como guardia personal, teniendo que mandar a por más gente a Aragón, muy mal se pudo repoblar este reino. Y si a lo dicho lo rematamos con que por el “Libre del repartiment”, sabemos que el 75% de las casas de Palma(2) continuaron habitadas por los propios mallorquines después del asalto, nos reafirmamos en que no hubo ninguna repoblación de catalanes.(1 y 2.-La casa popular Mallorquina. Carlos García –Delgado. 1996)
Pero como no sólo de arquitectura se compone el bagaje cultural de un pueblo, vayamos a ver otros aspectos que también debieron de haber traído los repobladores. Y veamos el aspecto más íntimo de un contingente humano: la familia. Veamos lo que realmente marca o mejor dicho, marcaba hasta hace tan sólo unos 50 años la identidad de las personas, el rol de la identidad como pueblo diferenciado, como individuo perteneciente a una étnia determinada. Ese aspecto no es otra cosa que el nombre propio que tenemos todas y cada una de las personas del Universo; nombre que nos ponen los padres o los padrinos al nacer, y que nos acompaña durante toda la vida salvo excepciones puntuales. Nombre que dice a los demás cual es nuestra identidad. Por ejemplo, si alguien nos dice que se llama Klaus, nos dá a entender que su identidad es germana; si McGiver, entendemos que su identidad es escocesa; si François, que su identidad es francesa; si Enric que su identidad es catalana; si Iñaki que su identidad es vasca; si Toméu, que su identidad es balear, etc. Por ello vayamos a desmenuzar si es cierto si hubo o no repoblación catalana, indagando la identidad de los nombres propios de los actuales habitantes de Baleares, supuestamente descendientes de los hipotéticos repobladores catalanes. En primer término veamos los nombres propios de varones, que bien podemos llamar tradicionales en Cataluña, y su procedencia u origen.
Como podemos apreciar, el 70% de los nombres de varones típicos de Cataluña son de procedencia germánica, y el resto repartido entre un 20% del latín, un 10% del griego y tan sólo el 5% del hebreo.
Ahora veamos lo que concierne a los nombres propios de varones de Baleares.
En los nombres de los baleares podemos apreciar que son de muy variada procedencia, tal y como corresponden a unas islas tan cosmopolitas como Baleares, aunque como es natural sus procedencias son netamente mediterráneas: fenicias, israelitas, griegas, romanas... Predominando los de origen hebreo (israelita) con un 48%, del griego un 14%, del latín un 14% y otro 14% de variadas procedencias. Por lo referenciado, podemos reafirmar que no hubo ninguna repoblación de Baleares por los catalanes. Porque los nombres de sus habitantes no son de procedencia germánica, tal y como es tradicional en Cataluña; cosa que debería de ser así al ser hipotéticamente sus descendientes.
Veamos ahora algunos nombres típicos de las féminas.
Por lo referenciado, podemos reafirmar que no hubo ninguna repoblación de Baleares por los catalanes. Porque los nombres de sus habitantes no son de procedencia germánica, tal y como es tradicional en Cataluña; cosa que debería de ser así al ser hipotéticamente sus descen-dientes.
Veamos ahora algunos nombres típicos de las féminas catalanas.
Así con todo y visto lo anterior, intentemos situarnos mentalmente en la Edad Media, introduzcámonos en la sociedad de la época..., una sociedad rural y analfabeta total, dirigidos y dominados por la creciente e intransigente religión cristiana, con una infinidad de prejuicios, supers-ticiones y tradiciones (que han perdurado hasta finales del siglo XIX) que dirigían sus vidas con puntualidad suiza. Es decir, que si era tradición en un lugar o estado, que los padres pusiesen a sus hijos los nombres de los abuelos, así se hacía inerhentemente; pues el no hacerlo conllevaba la reprobación permanente de la sociedad en que vivían, y un desprecio de la propia familia al haberse salido de los cánones establecidos. Y quien dice de los nombres propios, lo mismo en las costumbres de la agricultura y ganadería, motor de la economía feudal. A todo lo cual cabe preguntarnos: ¿es posible, que nada más pisar tierra mallorquina, los supuestos repobladores catalanes, con sus nombres germánicos a cuestas, sufrieran tal transformación que renegaran ipsofacto de su tradición y de su religión cristiana?. ¿Hay alguien que se pueda creer que renunciaran a la religión cristiana de cristianos viejos, y abrazaran fervorosamente la religión judía con tal fanatismo, que a sus vástagos les fueron poniendo nombres hebreos en vez de cristianogermánicos?. ¿De verdad hay quien se lo pueda creer?... Sinceramente, creemos que no. Y por ello afirmamos rotunda e inequivocadamente, que el reino de Mallorca nunca jamás fue repoblado por catalanes.
Mojones lingüísticos anteriores a Jaime I.
En cuanto a la lengua balear en sí, a parte de toda la toponimia existente de antes de la Conquista, que con mismas denominaciones nos ha llegado hasta hoy, existen unos mojones lingüísticos que demuestran que ya se hablaba balear antes de la Conquista, siendo los insultos: “fava” /'fɑvɵ/ (memo); “favòta” /fɵ'vɒtɵ/ (super memo); y “cap de fava” /cɑp dɵ 'fɑvɵ/ (troglodita / neardental). La expresión: “¡me cago’n déna!”, /mə 'kɑgon 'dénɵ/ (¡me cago en Denia!). Esa expresión empezó a utilizarse entre el pueblo mallorquín, cuando la invasión de Mallorca por los almorávides de Denia en el 1015, a doscientos catorce años vista de la conquista por Jaime I. Por ello, avalados por los hechos históricos, podríamos poner fin aquí diciendo que el Balear y el Catalán, aun teniendo raíces comunes, que no substrato, cada cual a evolucionado dentro de su propio entorno y ámbito de uso por la comunidad hablante, independientemente el uno del otro, puesto que cada pueblo ve y ordena el mundo que le rodea según la lengua que habla. Lo que no impide que ambos tengan palabras iguales y con igual significado. Es curioso empero, comprobar cómo en todos los libros de lengua española, cuando trata de las lenguas pre-romanas y de las que surgieron del latín -neolatinas y románicas-, (“Origen de las lenguas neolatinas”. Carlo Tagliavini), nunca, nunca, jamás..., dicen nada respecto a la lengua que se hablaba en Baleares. Como si estas islas hubiesen estado permanentemente deshabitadas hasta la Conquista. Se menciona sin embargo, la existencia del Tartesio, hablado en el sur de Portugal y en la mitad occidental de Andalucía. Del Íbero, hablado en la mitad oriental de Andalucía, costa de levante, valle del Ebro, actual Cataluña y comarcas del sur de Francia. Del Vasco, hablado en Euskadi y parte del sur occidental de Francia. Del Celtíbero, hablado en Burgos, Logroño, Navarra, Soria, Guadalajara, oeste de Zaragoza y Teruel. Pero de Baleares, nada de nada. Como si no existiera. Y sin embargo Baleares ya era una potencia comercial en época fenicia, mucho antes incluso de la fundación de Cádiz. Porque Baleares fue precisamente el puente que permitió a los fenicios establecerse en todo el litoral levantino y en el estrecho de Gibraltar. Por consiguiente, como muy poco, en Baleares se hablaba fenicio en esa época. Idioma al cual se le añadió el hebreo de la época del Éxodo, con mojones lingüísticos como: “crespell /kɾɵs'peʎ/, robiol /robi'ɒl/, magalluf /mɵgɵ'ʎuf/, moixí /moi'∫i/” etc.. Posteriormente tuvo Baleares asentamientos de griegos, que también aportaron sus mojones lingüísticos como: “atapins /ɵtɵ'pins/, rohélla /ro'eʎɵ/, estada /ɵs'tɑdɵ/, pantalèu /pɵntɵ'lεw/, bastaxos /bɵs'tɑ∫os/, artà /ɵɾ'tɑ/,” etc.. Y ya muy posteriormente, en el 125 a.C., tomó asiento en Baleares el Latín vulgar, juntamente con el íbero debido a las familias íberas que hizo traer Quinto Cecilio Metelo "El baleárico" de la Península Hispánica para poblar el centro de Mallorca; quedándonos las palabras íberovascas (revista científica Misterios de la Arqueología. Año I, nº3, 1996. Jorge Alonso): Vasco: “zerra, aloguer, ostatu, galant, pitxar, jake,” etc. Balear: “sèrra /sεrɵ/, llogué /ʎo'ɣe/, hostal /os'tɑl/, galant /ɣɵ'lɑnt/, pitxé /pi't͡ʃe/, jac /'ʒɑk/”). Sin embargo, hasta este momento, Baleares ya era una nación reconocida por todo el orbe de la época, y con su propio idioma, con el que se entendían perfectamente con casi todo el perímetro del Mediterráneo, porque plagado estaba éste de colonias fenicias, en las cuales además del intercambio comercial, hubo intercambio de vocablos con los nativos. Con la inclusión de Baleares al área de influencia romana, y su posterior nombramiento como provincia, su lengua se fue enriqueciendo y evolucionando por sí sola hasta la primera llegada de los árabes en el 799. Llegada que forzó a los Baleáricos a pedir socorro a Carlo Magno, el cual mandó una armada que derrotó a la sarracena; (Historia General del reino de Mallorca. Tomo II p.701 a 705. D. Juan Dameto. 1841) quedándoles tan reconocidos los naturales, que lo juraron por Soberano, produciéndose por ello un importante asentamiento de gentes occitano-provenzales. Y de aquí les viene a los baleáricos lo mucho que hay en su idioma de occitano-provenzal, y no de la conquista de Jaime I, ni de ningún catalán; con la particularidad que en Baleares se ha conservado más puro y mucho más rico, precisamente por ser islas. Todo ello a 430 años vista de su conquista por Jaime I. Significando además, que cuando sucedieron estos hechos aún faltaban dos años para que Carlo Magno conquistara Barcelona a los árabes. Posteriormente, en el 814, y poco antes de su muerte, nombró rey de Italia y de Baleares (Idem. T.II p. 701 a 705. D. Juan Dameto. 1841.) a su nieto Bernardo hijo de Pipino (de ahí que en Baleares haya tantos “Bernat”). Más adelante, en el 832 hubo otro intento de invasión por parte sarracena, pero fueron derrotados por los baleáricos. Corría ya el año 856, (57 años desde la venida y asentamiento de los occitano-provenzales) cuando el rey de Bona en el norte de África, con poderosa armada consiguió conquistar Palma. Siendo muchos los mallorquines nobles (Idem. Tomo II, p. 566 y 763. D. Juan Dameto. 1841) y plebeyos que huyeron hacia las costas catalanas del Ampurdán, porque las de Barcelona además de no ofrecer refugio a las naves, pues toda la costa era arenal, resultaba estar demasiado cerca de la frontera con los árabes. Hecho histórico que demuestra que el uso de los artículos “sa, es /sɵ, ɵs/”, propios del Balear, son usados también por estas costas de Cataluña. Tal es así, que cuando en 1228 don Jaime I hizo el reparto del reino de Mallorca por si lo conquistaban, y éste se reservó el derecho de quedarse para sí todos los castillos que hubiere en Mallorca, D. Nuño Sanz conde de Rosselló le hizo saber que el Castillo de Montueri era de su propiedad por pertenercer a su familia desde antiguo, lo cual quedó plasmado en documento de 10 de Enero de 1228 y ratificado por otro de 5 de Septiembre de 1229. Y aquí salta la preguna: ¿cómo es posible que dicho castillo fuera de su familia desde antiguo, si era la primera vez que se iba a conquistar el reino de Mallorca?. La respuesta está en los hechos que estamos relatando, y no como nos lo cuentan y hacen creer en especial a los escolares, porque así se halla escrito en sus libros, que el uso de los artículos “sa, es” es debido a que las Islas Baleares fueron repobladas exclusivamente por gentes del Ampurdán. Y aquí salta de nuevo otra pregunta ¿cómo pudieron, supuestamente, REPOBLAR baleares si tan sólo Palma tenía 30.000 habitantes y Barcelona, la ciudad más poblada tan sólo 10.000? Siendo ya el 859 fueron las Baleares invadidas por los normandos, y sus naturales enriquecieron su lengua milenaria con palabras de procedencia germánica, quedando por ejemplo la palabra “Frau” (del germánico Frawi) como apellido, que significa señor/a – dueño/a, o las palabras: “trescà /tɾɵs'cɑ/, gana /ɣɑnɵ/, ròba /rɒbɵ/, etc.” Posteriormente volvieron a conquistar Baleares los árabes, y más tarde los cristianos de Jaime I. En cuanto a Historia, podríamos detenernos en este punto de nuestro estudio, porque la palabra se relaciona con la historia de la persona como individuo formando parte de un grupo llamado nación, reino, o, simplemente, personas. Y desde nuestro planteamiento histórico, hemos comprobado que no existe ningún documento o hecho en el que se pueda fundamentar la teoría de ninguna repoblación en Baleares posterior a 1229.
Las lenguas castellana, balear y catalana. Un estudio filológico comparativo.
No obstante lo anterior, pasemos por el campo filológico y demos un ejemplo de comparación entre las lenguas castellana, balear y catalana. Debe entenderse que la gramática balear (Gramàtica d'es Baléà) fue aprobada en el “I Congreso de Filología Balear” en 1992-1993, que poco difiere de la gramática mallorquina de 1872, que era la grafía utilizada por los intelectuales de Baleares hasta finales del siglo XIX y principios del siglo XX; a cuyos nombres de intelectuales más arriba mencionados, añadiremos el de D. Pedro Alcántara Peña. De todos es sabido, que los nacional-catalanistas aseveran que el balear no es más que un dialecto del catalán y que para ello baste mirir la cantidad de dicciones que son iguales a las del catalán. Así que siguiendo esa misma afirmación he aquí una relación comparativa de dicciones en los tres idiomas que tienen el mismo significado en los tres, para así concretar a simple vista quién es dialecto de quién.
Relacion de dicciones con mismo significado, entre el español, el catalán y el balear
La relación de palabras referidas al Español o Castellano y al Catalán las hemos sacado del: “Diccionari manual VOX. Castellano – Catalán / Català – Castellà. 1997.” Con un primer prólogo en Español del Ilmo. don Camilo José Cela. Y un segundo prólogo en Catalán del Ilmo. don Antoni María Badia i Margarit, (Presidente -a la sazón- de la sección de Filología del “Institut d’Estudis Catalans” máxima entidad en materia lingüística en Cataluña). (Ponemos en negrita las palabras que son ortográficamente iguales en Español y en Catalán salvo en acentos y guiones.)
ESTRUCTURA LINGÜÍSTICA
Como sabemos, todos los idiomas se sustentan sobre unos pilares que son comunes a todos en su denominación, pero distintos en su contenido, y que a su vez son unos sistemas de signos donde se pueden apreciar las diferencias entre idiomas si éstos se comparan. A todo ese conjunto de le denomina estructura lingüística. Dichos pilares son:
El fonológico, el morfosintáctico y el semántico.
Se dice..., se comenta..., se da por cierto..., que es suficiente que exista una sola diferencia en cada uno de estos sistemas entre dos idiomas, para considerarlos distintos. Sin embargo nosotros vamos a demostrar aquí, que entre el Balear y el Catalán hay más de una.
Sistema Fonológico
Para ello empezaremos por el principio, pasando a ver el Sistema Fonológico de los idiomas que nos interesan, para dilucidar quien es dialecto de quien, o si realmente se trata de tres idiomas con una misma raíz, pero distintos entre sí.
Cuando la “ i ” entra en yod con la vocal que le precede y por consiguiente pierde parte de su sonido natural, se substituye ésta por la “y”.
Ejemplos:
cuy /kuj/ (coje); fuya /'fujɵ/ (hoja); vermêy /vɵɾ'mɵj/ (rojo);
beya /'bɵjɵ/ (abeja).
El catalán carece de “y”.
Subsistema silábico balear de consonantes dobles o geminadas.
(son separables)
La b se duplica en todas aquellas palabras que acaban en -bla, -ble, -bli. –blo:
amobblà (a-mob-blà) / ɵmob'blɑ/;
pobble (pob-ble) /'pɒbblɵ/;
púbblic (púb-blic) /'pubblik/;
fibbló (fib-bló) /fib'blo/.
La c se duplica en:
dicció (dic-ció) /dit͡sj'o/ y sus derivados.
accident (ac-ci-dént) /ɵt͡si'dent/ y sus derivados.
La g se duplica en:
lliggí / lleggí (llig-gí / lleg-gí) /ʎi'd͡ʒi/, /ʎɵ'd͡ʒi/ y sus derivados.
reggla (reg-gle) /'regglɵ/.
igglesi (ig-gle-si) /ig'glɵzi/.
arregglà (e-rreg-glà) /ɵrɵg'glɑ/.
La l se duplica en:
mol·lo (mol-lo) /'mɒl·lo/.
mel·la (mel-la) /'mɵl·lɵ/.
bal·le (bàl-le) /'bɑl·lɵ/.
amel·ló (a-mel-ló) /ɵmɵl·'lo/, etc.
Se coloca un punto alto entre las dos eles, para que no se confundan con la letra "ll": molló (mo-lló) /mo'ʎo/.
La m se duplica en:
semmana (sem-mà-na) /sɵm'mɑnɵ/ y sus derivados.
ammagrí (em-ma-grí) /ɵmmɵ'gɾi/ y sus derivados.
ammetre (em-me-tre) /ɵm'mɵtɾɵ/ y sus derivados.
La t se duplica en:
sutjettà (su-tjet-tà) /sud͡ʒɵt'tɑ/ y sus derivados.
dissatte (di-ssàt-te) /di'sɑttɵ/.
adjettiu (a-djet-tiu) /ɵd͡ʒɵt'tiw/ y sus derivados
attitud (at-ti-tud) / ɵt-ti-'tud /.
dittic (dit-tic) / 'dit-tik / y sus derivados.
ottim (ot-tim) / 'ɒt-tim / y sus derivados.
adattà (a-dat-tà) / ɵ-dɵt-'tɑ / y sus derivados.
ottimísme (ot-ti-mis-moi) / ot-ti-'mis-mɵ /.
etc.etc.etc. tal cual el italiano
La n se duplica en:
ànnera (àn-ne-ra) /'ɑnnɵɾɵ/ y sus derivados.
ennobblí (en-nob-blí) /ɵnnob'bli/ y sus derivados.
innocent (in-no-cent) /inno'sent/ y sus derivados.
Subsistema silábico balear de grupos consonánticos
(son inseparables)
tx = [t͡ʃ] tz = [d͡z] tj = [d͡ʒ] tg = [d͡ʒ] ts = [t͡s]
cotxo ['kot͡ʃo] co-txo = coche / automóvil
dotze ['dod͡zɵ] do-tze = doce
corretja [ko'rɵd͡ʒɵ] co-rre-tja = correa
metge ['med͡ʒɵ] me-tge = médico / doctor
catsa ['kɑt͡sɵ] ca-tsa = caja
Subsistema silábico catalán de grupos consonánticos.
(son separables)
tx = t + x> / t + ĉ /; cotxe (cot-xe) /'kotʃə/ = coche
tz = t + z> / t + z /; dotze (dot-ze) /'dotzə/ = doce
tj = t + j> / t + ž /; corretja (cor-ret-ja) /kor'retʒə/ = correa
tg = t + g> / t + ž /; metge (met-ge) /'metʒə/ = médico
ts = t + s> / t + s /; catsa (cat-sa) /'katsɘ/ = caja
LA ACENTUACIÓN EN BALEAR
El balear tiene tres tipos de acentuación.
El acento ortográfico, que puede ser: oxítono, paroxítono y proparoxítono. Con tres formas gráficas:
/´/ agudo
/`/ grave
/^/ doble (antiguamente llamado circunflejo).
El acento fonético, que nos indica las distintas pronunciaciones que tienen las vocales, independientemente de su posición dentro de la palabra. Tiene tres formas gráficas: /´/ agudo, /^/ doble y /`/ grave.
ê / ɵ /: êntre / 'ɵntɾɵ / (entra); emprênde / ɵm'pɾɵndɵ / (emprender)
é / e /: Déu / 'dew / (Dios); péssa / 'pesɵ / (pieza).
è / ε /: dèu / 'dεw / (diez); ubèrt / u'bεɾt / (abierto).
ó / o /: colóm / ko'lom / (palomo);
ò / ɒ /: ò / ɒ / (oro); còssi / 'kɒsi / (tinaja).
El acento diacrítico
El acento diacrítico también tiene tres formas gráficas: acento cerrado /´/, abierto /`/ y dobre o circunflejo /^/.
Este último se usa sobre la tercera persona del singular del presente de Indicativo del verbo (ser) “essê /ɵ'sɵ/”, para distinguirlo del artículo masculino singular “es /ɵs/” (el). Ejemplo:
ês es cavàll (es el caballo) / 'ɵs ɵs cɵ'vɑʎ /, ês es méu (es el mío) /ɵs ɵs 'mew/.
Y para que la letra e /ɵ/ no se pronuncie é /e/ formando parte de sílaba tónica con consonante enclítica: agafarêm (cogeremos), essênd (siendo), êntre (entre).
El acento cerrado ( ´ ) se usa también como diacrítico, sobre la letra “o” con sonido cerrado /o/, cuando formando parte de sílaba tónica va acompañado de una consonante enclítica, para evitar así que se pronuncie abierta /ɒ/ según la normativa fonética balear. Ejemplos:
Colóm /ko'lóm/ (palomo), mósca /'moskɵ/ (mosca), tórt /tort/ - tort /tɒrt/, etc.
Sobre la vocal "e" de la tercera persona del singular del presente de indicativo del verbo ser "éts" (eres), para no confundirla con el artículo masculino plural "ets" (los). Ejemplos:
éts es derré /ets ɵs dɵ're/ (eres el último); ets ases /ɵts 'ɑzɵs/ (los asnos/burros).
Sobre la vocal "o" en la palabra sól /sol/ (sol -nota musical), para diferenciarla del adverbio de modo sol /sɒl/ (solo).
El acento abierto ( ` ) se usa como diacrítico, sobre la letra “o” para diferenciar la palabra ò /ɒ/ (metal precioso), de la conjunción “o” que tiene la misma pronunciación /ɒ/.
Sobre al palabra sòl /sɒl/ (suele), para diferenciarlo de la palabra sol /sɒl/ (solo). Sò /sɒ/ (sonido - sueño) > so /so/ (el).
Otros cassos del uso del acento diacrítico:
Sí /si/ (sí) > si /si/ (adverbio condicional).
més /mes/ (más) > mes /mes/ (mes).
Té /te/ (tercera persona del singular del Presente de Indicativo del verbo Tení) > te /tɵ/ (pronombre personal de segunda persona).
Mè /mɜ/ (cordero) > me /mɵ/ (pronombre).
Éll /eʎ/ (pronombre de tercera persona) > ell /eʎ/ (adjettivo indefinido).
Fé /fe/ (Infinitivo y segunda persona del Imperativo del verbo Fé) > fe /fɵ/ (creure emb algo).
Nêt /nɵt/ (limpio) > net /net/ (nieto).
Cèns /sɛns/ (censo) > cens /sens/ (varis vegadas cent).
Tórt /toɾt/ (tordo) > tort /tɒɾt/ (torcido).
Sa /sɵ/ (artículo la) > sà /sɑ/ (sano)
IMPORTANTE
Cuando en una misma palabra coinciden dos o más acentos fonéticos, se carga el golpe de voz o acento prosódico, siempre sobre la última sílaba acentuada. Ejemplos:
téòric /te'ɒɾik/ (teórico);
baléà /bɵle'ɑ/ (balear);
périòdica /peɾiɒdicɵ/ (periodica).
La centuación en catalán
El Catalán tiene dos formas de acentuación: el acento ortográfico: oxítono, paroxítono y proparoxítono. Con dos formas gráficas: /´/ agudo y /`/ grave. Y el acento diacrítico, que al igual que el Español, se usa para distinguir palabras iguales pero con distinto sentido. Ejemplo:
nét – net (nieto – limpio);
pèl – pel (pelo – por el).
SISTEMA MORFOSINTÁCTICO
MORFEMAS INDEPENDIENTES.
Los morfemas independientes son los artículos.
Artículos masculinos singulares.
Artículos femeninos singulares.
Artículos masculinos plurales.
Utilización de los artículos en balear.
Los artículos “u, el /u/, /əl/” (el) se usan indistintamente cuando queremos magnificar el nombre que determina o cuando hablamos con ironía. Ejemplos:
U Papa /u 'pɑpɵ/ (el Papa);
el Réy /ɵl rej/ (el Rey);
el señó Ministre /ɵl sɵ'ɲo mi'nistrɵ/ (el señor Ministro);
el Mallorca /ɵl mɵ'ʎɒɾcɵ/ (el Mallorca).
¡Miratêl a n'el réy ...! /mirɵ'tɵl ɵ nɵl rej/ (¡míralo al rey..!).
El artículo “es” /ɵs/ (el) es el artículo balear masculino singular y plural por excelencia, y se usa delante de todas las palabras masculinas que principien por consonante. Ejemplos:
es cavall /ɵs cɵ'vɑʎ/ (el caballo); es cavalls /ɵs cɵ'vɑʎs/ (los caballos)
es cotxo /ɵs 'kot͡ʃo/ (el coche); es cotxos /ɵs 'kot͡ʃos/ (los coches)
es pitxé /ɵs pi't͡ʃe/ (el jarro); es pitxés /ɵs pi't͡ʃes/ (los jarros)
es réy de ca nostra /ɵs rej dɵ kɑ 'nɒstɾɵ/ (el rey de la casa); es réys de ca nostra /ɵs rejs dɵ kɑ 'nɒstɾɵ/ (los reyes de la casa).
El artículo “se” /sɵ/ (el) se usa únicamente delante las palabras masculinas que principien por vocal. Perdiendo el artículo la suya. Ejemplos:
s'Impèri /sim'pεɾi/ (el Imperio);
s'assase /'sɑzɵ/ (el asno/burro);
s'aygo /'sɑjgo/ (el agua).
El artículo “so” /so/ (el) va siempre detrás de la preposición “emb” (con). Ejemplos:
emb so cavall /ɵmb so cɵ'vɑʎ/ (con el caballo);
emb so guinavet /ɵmb so ginɵ'vɵt/ (con el cuchillo).
El artículo “ne” /nɵ/ (el) en balear, los nombres propios, los apodos, los nombres de animales, cuando la existe una relación de familiaridad o de amistad entre el hablante y el aludido, si se habla con ironía de un tercero y sólo si el nombre en cuestión principia por vocal. Ejemplos:
n'oreyòtas /noɾɵj'ɒtɵs/ (el orejotas);
n'Andréu /nɵn'dɾeu/ (el Andrés).
n'Ayna /'nɑjnɵ/ (la Ana)
El artículo “en” /ɵn/ (el) se emplea de la misma forma que el anterior, pero sobre los nombres que principian por consonante. Ejemplos:
es llibre d'en Juan /ɵs 'ʎibrɵ dɵn ʒu'ɑn/ (el libro de Juan);
en ros / ɵn ros / (el rubio);
en mux ês un bon al·lot /ɵn muʃ ɵs un bɒn ɵl'lɒt/ (el "mush" es un buen muchacho).
El artículo “lo” /lo/ (el) se usa igual que los artículos “es” y “se”, e incluso se puede usar éste en lugar de ésos. En español se puede traducir, según sea la frase, como al, a la o al. Ejemplos:
lo cotxo /lo 'kot͡ʃo/ (el coche);
lo sendemà /lo sendɵ'mɑ/ (a la mañana siguiente);
tireu a l'yare /ti'ɾɵu ɵ 'lɑjɾɵ/ (lánzalo al aire);
londemà /londɵ'mɑ/ (el día siguiente).
El artículo “sen” /sɵn/ (el) se usa exclusivamente entre las preposiciones “a, de, por” y las palabras “revés, dret, endrêt”, y se traduce como "del y al" dependiendo de la frase. Ejemplos:
a sen revés /ɵ sɵn rɵ'ves/ (al revés);
a sen dret / ɵ sɵn dɾɵt / (al derecho);
de sen revés / dɵ sɵn rɵ'ves / (del revés);
de sen dret / dɵ sɵn dɾɵt / (del derecho);
per sen dret / pɵr sɵn dɾɵt / (por cerca de, por frente de);
devés sen dret / dɵ'ves sɵn dɾɵt / (cerca de);
a sen endret / ɵ sɵn ɵndɾɵt / (en frente de).
El artículo “la” /lɵ/ (la) se usa cuando se quiere magnificar el nombre que determina, si hablamos con ironía y en la denominación de la primera hora del día y sus fracciones. Ejemplos:
la ma /lɵ ma/ (la mar, el mar),
la Vèrge /lɵ 'vεrʒɵ/ (la Virgen),
¡Mira la bélla dòna! ... /'mirɵ lɵ' beʎɵ 'dɒnɵ/ (¡mira la guapa! (siendo la aludida poco agraciada) ...);
la una /lɵ 'unɵ/ (la una),
la una y dèu /lɵ 'unɵ i 'dεu/ (la una y diez).
Artículo “sa” /sɵ/ (la) es el artículo balear femenino singular por excelencia, y se usa delante de todos los nombres femeninos, tanto si principian por vocal como por consonante. Ejemplos:
sa soméra /sɵ so'meɾɵ/ (la burra);
sa ma /sɵ ma/ (la mano);
sa verja /sɵ 'vεɾʒɵ/ (la virgen);
s'igglesi /sig'glɵzi/ (la iglesia).
Artículo “na” /nɵ/ (la) se usa sobre los apodos, los nombres de animales doméstidos, y sobre los nombres propios cuando existen vínculos de familiaridad o amistad con el aludido. Ejemplos:
na blanca /nɵ 'blɑnkɵ/ (la blanca, refiriéndose al nombre de un animal);
na Tonina /nɵ to'ninɵ/ (la Antonia);
na pellusca /nɵ pɵ'ʎuskɵ/ (la pellusca, (apodo)).
El artículo las /lɵs/ se utiliza sobre la denominación de las horas y sus derivados (excepto sobre la primera hora) y sobre los nombres que queremos valorar dándoles una categoría social superior, o hablando con ironía. Ejemplos:
las duas d'es mitjdíe /lɵs 'duɵs dɵs mid͡ʒ'diɵ/ (las dos del mediodía);
las nòu en punt /lɵs 'nɒw ɵn punt/ (las nueve en punto);
las Vèrges /lɵs 'vɛɾʒɵs/ (las Vírgenes);
¡Mira las reynas! /'Miɾɵ lɵs 'rejnɵs/ (¡mira las reynas!).
El artículo sas es el artículo plural femenino por excelencia. Ejemplos:
sas casas /sɵs 'cɑzɵs/ (las casas);
sas dònas /sɵs 'dɒnɵs/ (las mujeres);
sas claus /sɵs 'klɑws/ (las llaves).
El artículo ets es el plural que se usa ante las palabras masculinas que principian por vocal. Ejemplos:
ets ases /ɵts 'ɑzɵs/ (los asnos / los burros);
'ets abres' /ɵts 'ɑbɾɵs/ (los árboles);
'ets hòmos' /ɵts 'ɒmos/ (los hombres).
El artículo els es el artículo del plural masculino que se utiliza cuando se quiere magnificar el sustantivo que determina. Ejemplos:
els Bisbes /ɵls 'bisbɵs/ (los Obispos);
els Réys /ɵls 'rejs/ (los reyes);
els Càlissos /ɵls 'cɑlisos/ (los cálices).
USO DISTINTO DE LOS ARTÍCULOS
Como podemos apreciar en el muestrario, tanto el Español como el Balear hacen uso del artículo femenino sobre los sustantivos del mismo género. Sin embargo el Catalán, hace uso del artículo masculino sobre los mismos sustantivos femeninos.
MORFEMAS DEPENDIENTES.
Formación del plural en balear (algunos ejemplos).
El plural en Balear, se forma por regla general añadiendo una -s al singular . La desinencia -as forma siempre el femenino plural. Ejem.:
es negre /ɵs 'nɵgrɵ/ (el negro) > es negres /ɵs'nɵgrɵs/ (los negros);
sa negra /sɵ 'nɵgrɵ/ (la negra) > sas negras /sɵs'nɵgrɵs/ (las negras);
sa casa /sɵ 'cɑzɵ/ (la casa) > sas casas /sɵs 'cɑzɵs/ (las casas);
sa caxa /sɵ 'cɑʃɵ / (la caja) > sas caxas /sɵs 'cɑʃɵs / (las cajas).
Las palabras que terminan en -rt, -nt, -lt al formar el plural pierden la t. Ejemplos:
mort /mɒɾt/ (muerto)> mors /mɒɾs/ (muertos)
abundant /ɵbun'dɑnt/ (abundante)> abundàns /ɵbun'dɑns/ (abundantes)
mòlt /mɒlt/ (molido)> mòls/ mɒls/ (molidos)
molt /molt/ (mucho)> mols /mols/ (muchos)
Formación del plural en catalán (algunos ejemplos)
En Catalán, se forma el plural por regla general añadiendo una -s al singular, excepto: si el femenino singular finaliza en -a átona, en cuyo caso cambian la -a por -es. Ejemlos:
la casa /lə 'kazə / (la casa) > les cases /ləs 'kazəs/ (las casas)
la negra /lə 'nεgrə/ (la negra) > les negres /ləs 'nεgrəs/ (las negras)
el negre /əl 'nεgrə/ (el negro) > els negres /əls 'nεgrəs/.
LAS CONJUGACIONES VERBALES
Veamos ahora las terminaciones y conjugaciones verbales, de las cuales el balear tiene cuatro tipos, en contraste con las tres conjugaciones del castellano y el catalán:
Desinencias verbales
En la obra de filología románica titulada “Lexicon der Romanistischen linguistik” 1991, en la página 139 dice: “...en los monosílabos la ere final románica desaparece en Balear, acentuando dicha desaparición. En los nombres infinitivos, la ere románica final aparece cuando al verbo se le une un pronombre enclítico.” Esto mismo sucede en los también idiomas neolatinos de Preovenzal y Rumano. Por el contrario, sí usan ere final románica el Lemonsín, el Español, el Portugués, el Gallego y el Valenciano. Por el simple hecho de que esa ere románica final se pronuncia. Sin embargo el Catalán, la escribe pero no la pronuncia. Los nacional-catalanistas togados, dicen, para avalar la teoría de que los infinitivos deben llevar ere románica final aunque no se pronuncie, porque no se puede sin ella componer el tiempo verbal del Futuro. Pero como suele suceder con todo aquello que no se investiga científica e imparcialmente, pasa con esta teoría, que los argumentos que se presentan caen por su propio peso específico. La cuestión es, que cuando el Latín fue evolucionando en las provincias, como es natural, en ellas se fue amasando lo que luego se ha dado en llamar lenguas románicas. Sin embargo, antes de llegar a ese estadio, hubo otro anterior, el neolatín, es decir, el primer paso hacia el desarraigo de la lengua madre. Pero son mayoría los que evitan mencionar (tal vez porque son pocas las lenguas que sobrevivieron) el neolatín, o si lo hacen es como sinónimo de románico. Pero la realidad es que en algunas provincias sobrevivió el neolatín (Orígen de las lenguas neolatinas. Carlo Tagliavini.) o prerománico, que no es más que la transición del latín
común al románico. El cual tuvo gran expansión, porque su difusión se hizo a través de los religiosos cristianos. Esas provincias que han mantenido algunas desinencias neolatinas intactas, son: Provenza, Baleares y Rumanía.
Veamos ahora una muestra de infinitivos en los tres idiomas.
En la Gran Enciclopedia Rialp, p.835, se dice respecto del Balear: “...el Balear es una de las lenguas más arcaizantes de toda la romanía.” Tal es así, que el diptongo indoeuropeo “ei” se ha conservado en el Balear. Si no veamos la siguiente poesía popular dedicada a la autora de la Ley de Normalización del Catalán en Baleares. Dice así:
No duguis tant’elegansi,
que sabêm d’hon prosedêis, (procedes)
y de tant que presumêis, (presumes)
es téu nom fa oló de ransi.
Vas carregada d’ignoransi,
fins a sa rèl de’s cabêys,
escoltand cuatre benêys,
que t’han donada importansi. (Mikèl Garàu Rosselló)
Comprobemos ahora como sí se puede hacer el tiempo futuro en Provenzal, sin “r” románica final en sus infinitivos por la simple razón de adaptar la ortografía a la fonética. (Dictinnaire Provençal – Français – J.T. Avril – 1839)
verbe ave (en balear > havê /ɵ'vɵ/).
Pres. Ind.: -ai, -as, -a, -avem, -avès, -an.
Futuro Perf.: aourai, aouras, aoura, aourem, aourès, aouran.
Futuro Imp.: aouries, aouriès, aouria, aouriem, aouriou, aouríen.
verbe castiga (en balear > castigà /kɵsti'gɑ/).
Futuro Perf.: castigarai, castigaras, castigara, castigarem, castigares, castigaran.
Futuro Perf.: castigaries, castigariès, castigaria, castigariem, castigariou, castigaríen.
Como hemos podido comprobar, es falso que no se pueda componer el futuro en los verbos, si los infinitivos no finalizan con “r” románica. Como también es falso que no se pueda hacer el derivado de todo nombre que finalice con -e tónica, en vez de finalizar en “-r” románica. Como por ejemplo: ferré, fusté, jardiné, (herrero, carpintero, jardinero).
Aparte que, si se acepta la pérdina de la –n románica final de: MANU > ma. Y su posterior aparición al hacer el plural: MANIS > mans. Indefectiblemente también debe de aceptarse la desaparición de la –r románica en los infinitivos y sustantivos baleáricos, y que posteriormente aparezca al unírsele un pronombre enclítico:
Dú > durhó, durhí. Menjà > menjarhó, menjarhí.
Por ello, en Balear, a los nombres finalizados en e tónica, se les añade al sílaba -ra al hacer el femenino:
ferré > ferréra /fɵ'reɾɵ/,
fusté > fustéra /fus'teɾɵ/,
jardiné > jardinéra /ʒɵɾdi'neɾɵ/.
Además que, tal norma en Balear, la podemos palpar en la existencia de los apellidos: Llabrés, Fornés, Arqués, Sitjàs, Ferrés, Arbonés, Argilés, etc. Los cuales no son más que los plurales de: llabré (lebrel), forné (panadero), arqué (arquero), sitjà (lugar de carboneras), ferré (herrero), argilé (arcillero). Sin “r” románica final.
LAS DIFERENCIAS MORFOSINTÁCTICAS ENTRE BALEAR Y CATALÁN SON MÁS QUE EVIDENTES.
Pronombres personales tónicos en balear.
Singular: Jo /ʒɒ/, tú /tu/, éll /eʎ/, élla /'eʎɵ/, mí /mi/, sí /si/, emb jò /ɵmb ʒɒ/, vostê /vɒs'tɵ/.
Plural: noltros /'nɒltɾos/, noltras /'nɒltɾɵs/, voltros /'vɒltɾos/, voltras /'vɒltɾɵs/, vostês /vɒs'tɵs/, élls /eʎs/, éllas /'eʎɵs/, sí /si/.
Pronombres personales tónicos en catalán.
Singular: jo /žŏ, jŏ/, mi /mi/, amb mi /əmb mi/, tu /tu/, ell /ell/, ella /ella/, si /si/, vostè /βus'tε/.
Plural: nosaltres /nu'saltrəs/, vosaltres /βu'saltrəs/, vostès /βus'tεs/, ells /eļs/, elles /'eļəs/, si /si/, nos /nos/, vos /βos/, us /us/.
Pronombres personales átonos en balear.
Singular: me /mɵ/, em /ɵm/, te /tɵ/, et /ɵt/, el /ɵl/, la /lɵ/, li /li/, lo /lo/, se /sɵ/, es /ɵs/, en /ɵn/, ne /nɵ/, hi /i/, ho /o/, hey /ɵj/.
Neutro: ho /o/, eu /ɵu/.
Plural: mos /mos/, vos /vos/, els /ɵls/, elz /ɵlz/, elza /'ɵlzɵ/, euz /'ɵus/, euza /'ɵuzɵ/, las /lɵs/, lis /lis/, los /los/.
Pronombres personales átonos en catalán.
Singular: em /əm/, ‘m, -me /mə/, m’ , et /ət/, t’ , -te /tə/, ‘t, el /əl/, ‘l, l’, -lo /lo/, la, -la /lə/, ho /u/, -ho /u/, li, -li /li/, es /əs/, s’ -es /əs/, s’, hi, -hi /i/, en /ən/, ‘n, n’, -ne /nə/.
Plural: ens /əns/, ‘ns, -nos /nos/, -vos /βos/, us, -us /us/, els /əls/, -los /los/, ‘ls, les /ləs/, -los /los/, -les /ləs/, els /əls/, es /əs/, s’, ‘s, -se /sə/
CONTRACCIONES
Formación de sustantivos y expresiones compuestas.
Expresiones pronominales:
BALÉÀ --- ESPAÑOL --- CATALÀ
Informauvós --- informaros --- informau-vos-en
S’informin --- se informen --- informa-sin
Trèulamê --- sácamela --- treu-la’m
Escriulasmê --- escríbemelas --- escriu-me-les
LAS DIFERENCIAS MORFOSINTÁCTICAS SON EVIDENTES
La familia de lenguas ibérico-italiano-románicas.
Como se puede ver en la tabla, las lenguas romances ibérica e italiana (balear, italiano, español, gallego y portugués), evolucionan abriendo la pronunciación de la u final átona hacia -o, perdiendo así la consonante enclítica. Lo mismo ocurre con las terminaciones latinas -culum, donde la combinación desinencial -um, habitualmente en Baleares, se pierde en su totalidad (-cul). Mientras que en castellano, gallego e italiano, sólo se pierde la consonante enclítica y la vocal átona -u- declina en castellano y gallego a -o (-culo) con excepciones; mientras que en italiano, son las dos vocales -u-u las que declinan en -o- (-colo).
Lo mismo ocurre con las terminaciones latinas -tio, -tionis.
Más ejemplos de afiliación lingüística: